«She Hulk», que marca el final de la «Fase 4» del universo cinematográfico de Marvel junto a la secuela de «Black Panther», esta protagónico de Tatiana Maslany es también la segunda serie protagonizada exclusivamente por una mujer después de «Ms. Marvel»
«Inexperta», «confundida», «insegura»… son algunos de los adjetivos con los que Tatiana Maslany describe su personaje en «She Hulk», la serie de Marvel sobre una joven abogada que, de la noche a la mañana, descubre y debe aprender a vivir con sus nuevos superpoderes, muy a su pesar.
«Es una mujer que está tratando de ordenar su vida y de repente le sucede algo inmenso pero no quiere hacer nada al respecto. No quiere ser una superheroína», detalla la actriz sobre la nueva ficción, que Disney+ estrena este viernes. Después de años de insistencia por parte de los fans del universo Marvel, la factoría de entretenimiento se aventuró en trasladar a la pantalla la vida de Jennifer Walters, una abogada especializada en defender a «superhumanos» que, por error, recibe una transfusión de sangre de su primo: ni más ni menos que el robusto Hulk, encarnado otra vez por Mark Ruffalo.
Hasta ahora, solo los lectores de cómics conocían a «She Hulk» (Hulka o Giganta, en el mundo hispanohablantes), una heroína que la actriz encargada de darle vida en televisión identifica como la «antítesis» de lo que significa ser un superhéore.
«La serie tiene el contraste entre un mundo enorme de superhéroes que están suplicando que se vaya con ellos y la voluntad de ella, que quiere vivir su vida como una persona normal», avanza Maslany, ganadora de un Emmy por el fenómeno de ciencia ficción «Orphan Black».
Esa «negación» constante de la protagonista es lo que ha permitido a sus guionistas cambiar la intensidad habitual de las ficciones de Marvel por un tono mucho más ligero, que se toma menos en serio a sí mismo y busca la complicidad del espectador. Parte de la novedad se explica por su creadora, Jessica Gao, a quien la franquicia fichó precisamente porque su currículo dista completamente de la sagas de acción. Su firma aparece en capítulos de series como la surrealista «Rick and Morty» y la parodia «Silicon Valley».
Aún así, la guionista decidió mantenerse fiel a los cómics originales, conocidos por ser irreverentes, subversivos y con una crítica social mucho más acentuada que en otras historias de la compañía. Ni siquiera renunció a una de las características propias de las viñetas de «She Hulk»: Cuando la protagonista rompe la cuarta pared y se dirige al público para analizar sus acciones.
«Era crucial que estuviera en la serie -asegura Maslany-. Es una manera de que la protagonista sea amiga de la audiencia, que la invite a su aventura y conecte con ella de una manera muy íntima».
«She Hulk», que marca el final de la «Fase 4» del universo cinematográfico de Marvel junto a la secuela de «Black Panther», es también su segunda serie protagonizada exclusivamente por una mujer después de «Ms. Marvel».
Y es que no hace mucho la idea de un producción de superhéroes liderada exclusivamente por una mujer no entraba en los planes de Hollywood. Brie Larson se convirtió en la primera actriz que protagonizaba una película de Marvel con «Captain Marvel» en 2019. Ahora, con «She Hulk», Maslany espera que «muchas mujeres jóvenes vean a un personaje complejo y se sientan reflejadas». La conciliación laboral, el mundo de las citas, la relación con la familia e incluso el control de la ira, mucho más inhibida que la de su primo Hulk, son algunos de los temas de los que habla el personaje.
«Cuando leí el guion vi que yo, o mis amigas, habíamos pasado por las mismas cosas. En la serie hay mucha humanidad, de esa que nos da vergüenza», aplaude.
Fuente: EFE / EC / RDG